Y por fin llego el orden a mis telas, estaban en bolsas, cajas,... y sólo disponía de mi memoria para buscarlas. No os ha pasado saber que tienes una tela y no la encuentras...
Pues llegó el momento, la mesa del comedor estuvo llena de telas durante unos días, (que pacientemente aguantaron todos en casa), pero el resultado ha merecido la espera.
Ahora solo tengo que ir a la estantería, leer las etiquetas de las cajas y elegir la tela que necesito.
Las he ordenado por colores, pues me parecía lo más práctico y este ha sido el resultado...